viernes, 26 de febrero de 2021

¡Último capítulo de mi serie!, y ahora qué veo? Series en pandemia Sandra Ávila

 A raíz  del confinamiento: muchos de nosotros hemos dispuesto un tiempo generoso para mirar esa larga lista de Series pendientes que tenemos. En lo que a mi respecta; me hace falta volver a nacer para poder ver la cantidad de series que me son recomendadas por mis amigos y colegas.  

Hace unos días termine de ver Malcolm una serie tipo dramática con una mezcla interesante de humor. Lo interesante de esta serie, si bien no es nueva, si fue novedad para mi. Es que  el padre de Malcolm es Bryan Cranston, el mismo que se hizo famoso y se hizo de un gran reconocimiento premio con el personaje de Walter White. 


Fotografía de Primevideo.com
Fotografía de Primevideo.com



¿Cómo llegue a esta serie?, me apareció como sugerencia y no pude dejar pasar la recomendación, y así fue que esta genial comedia me atrapó. Después no pude dejar de ver sus siguientes capítulos y todas las temporadas.

No sé si a ustedes les paso lo mismo...Cuando termine de ver el último capí
tulo, me dio cierta nostalgia. ¿Y ahora qué veo??sentí cierto vacío.

Ahora ya saben, si estan buscando qué ver  acá tienen esta buena opción para su larga lista 

jueves, 25 de febrero de 2021

Padecer una perdida Sandra Ávila

En 1988 yo tenía 8 años. Mi tía Leticia falleció de Lupus, una enfermedad autoinmune que ataca al cuerpo, un diagnostico que por aquel entonces no sé conocía demasiado, los tratamientos eran muy costosos y si no contabas con una cobertura médica dependías de un hospital público. Ella falleció a menos de tres meses del diagnóstico, tengo un vago recuerdo de lo que fue esa época. Tenía 21 años, la tercer hija mujer de mi abuela. 

Días después de aquel hecho la abuela me llevo a vivir con mi mamá.
Fotografía de Sandra Ávila 


 ¡Cuando termines la escuela volvés conmigo Sandrita !, Dijo mi abuela
 Mi abuela no estaba en condiciones de hacerse cargo de mí. 
 El día que la tía falleció, la hermana de mamá vino a casa a comunicar la noticia, yo estaba ahí, los escuche:

 - ¡Se nos fue!, mi madre gritó y lloró tenía los ojos llenos de lágrimas, por la reacción de mi madre y de mi tía comprendí que ella había muerto. 
 Días más tarde mi prima me diría que pronto seria comida, devorada por gusanos. Mi madre estaba desesperada corrió hasta la casa de una amiga, yo también salí corriendo, me dirigí hacia la casa de la hermana de la iglesia, quien me llevaba los sábados a la iglesia. “dios quiere personas buenas a su lado”, me dijo cuándo le conté afligida lo que acababa de ocurrir. 

Nunca quede conforme con esa respuesta; tenía tan solo 8 años y había miles de cosas que todavía no podía comprender. Cuando padecí esa perdida en la familia, estábamos todos muy tristes, por mucho tiempo tuve la imagen en mi mente de mi tía en el cajón.

miércoles, 24 de febrero de 2021

Femicidio nro.



 Femicidio en Villa Langostura. Guadalupe fue asesinada por su esposo. Pidió ayuda, fue ignorada.

Necesitamos una reforma constitucional adaptada a los tiempos que vivimos.

¿No es hora de cambiar las leyes ?

martes, 16 de febrero de 2021

Tiempo lento. Sandra Ávila

Fotografía de Sandra Ávila
Fotografía de Sandra Ávila

 

Cuando tenemos la edad de niños obviamente no somos conscientes de que esta etapa de niñez poco durará. Muchas veces anhelamos ser adultos. Lo cierto, es que esas tardes de risas y canciones, y de magia e inocencia donde el tiempo fue lento nunca volverán.

miércoles, 10 de febrero de 2021

Petit poem Sandra Ávila

 

                                                           Fotografía de Sandra Ávila




Fuiste primavera en mis días oscuros

pétalos y besos en mi tallo.

Probé tu polen -néctar venenoso y morí.

martes, 9 de febrero de 2021

La infancia de los otros Sandra Ávila

 

Fotografía de Sandra Ávila


  Cuando narró algunas situaciones dispersas sobre mi infancia; preferiría recordar la infancia de los otros; por ejemplo: mi abuelo volviendo del trabajo y mis primos; todos chiquitos esperándolo afuera, y cuando lo veían asomar una extremidad de su cuerpo en la esquina de la química salían a la carrera para ofrecerse a traerle su maletín, este no era cualquier maletín, el abuelo solía traer medialunas de jamón y queso que le sobraba de la oficina y lo repartía y convidaba entre todos sus nietos. Yo, por mi parte me distanciaba, observaba de lejos. 

El abuelo los sábados y domingos que eran sus días libres colocaba los bafles por la ventana que daba al patio y encendía el tocadiscos, escuchaba unos tangos espectaculares mientras le ponía generosa pomada a los zapatos que usaría en la oficina durante los siguientes días. 

martes, 2 de febrero de 2021

Una parte de mis recuerdos Sandra Ávila

 

En plena pandemia muchos tienen las emociones colapsadas, están que rebalsan sensibilidad. 

Recordé la época en que iba al psicólogo para resolver algunas cuestiones que andan inconclusas por ahí en mi cabeza. Recordé que algunas sensaciones era un salpicado de algún que otro recuerdo sublime-ameno que dejaban buen alivio. Me recuerdo yendo al jardín de infantes en bicicleta, alguien me llevaba en la parte de atrás, probablemente haya sido mi madre o su esposo, eso es algo especifico que no puedo recordar con exactitud. Lo que si no olvido; el trayecto, la calle poceada con caprichosas piedritas que convertían el trayecto algo disparejo, y yo mirando hacia abajo, todo lo que venia lo que pasaba como una cinta mecánica, me recuerdo mis manos el jabón Aduar, hebillas, dos colas y dos moños en el pelo de cintas color azul escolar, y en el aire ese olor tan particular de la química de la esquina de casa. Enfrente: un eucaliptus añejo que en otoño caían unas hojitas en formas  de medialunas y unos semillas bajo el árbol parecidas a los amarettis del café, la blanca corona de reina que envolvía todo el alambrado olímpico de la fábrica de la Borgward. 

El primer día, el segundo y el tercer día de jardín lloré porque no quería quedarme ahí con esos chicos que no conocía, la maestra hizo una ronda y jugábamos. Los demás días estuve más a gusto. 

Hoy desde lejos, me veo en una parte de mis recuerdos jugando con bloques de madera y pintando a Galeto, un simpático y pequeño personaje de piernitas y bracitos como alambre y cabeza enorme. 

ENTREVISTA A SANDRA ÁVILA POR TAMARA CABRAL

Fotografía de Mechy Dinardo ¿Desde qué año eres escritor? Escribo desde muy pequeña, ya en las tareas escolares intentaba mis primeras prosa...