ENTREVISTA A SANDRA ÁVILA POR TAMARA CABRAL

Fotografía de Mechy Dinardo

¿Desde qué año eres escritor?

Escribo desde muy pequeña, ya en las tareas escolares intentaba mis primeras prosas cuando en la hora de lengua y literatura la profesora nos entregaba una imagen y cada uno debía escribir una descripción o una historia.

¿Por qué decidiste ser escritor?

Uno no decide es una necesidad, pero es lo mismo que hacer un deporte, jugar al futbol, pintar, bordar, tejer, hacer cerámica.

¿En que se inspira para escribir?

Las historias ajenas y propias me inspiran para seguir la historia que no pudo ser y en que en la literatura sí. La literatura nos permite dar finales felices o no en cualquier momento, y podemos hacer lo que queramos con ella, villanos o heroínas, victimas o victimarios, audaces o tímidos, valientes o cobardes, rebeldes o sumisos.

¿Desde qué edad descubriste esta pasión?

Podría decirte que la escritura siempre estuvo conmigo. A los 9 años empecé escribiendo historias muy cortas, cuando empecé la escuela secundaria llegue a la poesía y escribirla también, ya entrando más en la adolescencia empecé a escribir diarios donde contaba mucho mi día a día, que pensaba, mis ilusiones, mis enojos, mis tristezas, mis amores platónicos y lo que sentía.

¿Qué tipo de textos le gusta escribir?

Narrativa creo que es el género que más me gusta

¿Qué libros te gusta leer?

Me gusta la narrativa breve, la poesía, las novelas policiales, tiene que haber drama y amor.

¿Cuál es su escritor favorito?

Cristian Alarcón, Juan Rulfo, Mujica Laínez, Fogwill, Cesar Vallejo, Julia Prilutzky Farny, Alfonsina Storni, Mario Benedetti, Pablo Neruda, Luis Sepúlveda, Roberto Bolaño, José Donoso.

¿Cuánto tiempo tarda escribiendo un solo libro?

Sofocados lo escribí en tres meses, todas las tardes a las 19 horas me sentaba a escribir un cuento, en el patio tenía una mesa y ahí me acomodaba, me habían prestado una notebook para empezar y terminar el proyecto.

¿Cómo es el proceso previo al escribir?

Pensar, rearmar en la cabeza, cuando uno vuelca un texto a un archivo word parece que la palabras fluyen solas, pero en realidad la historia ya estaba armada en la cabeza.

¿Qué es lo próximo que tiene pensado escribir?

Me gustaría poder concluir una novela que vengo escribiendo desde el 2017 pero a falta de tiempo no me permite darle el cierre, la voy escribiendo de a poco.

¿Cómo se llamaba la primera novela que escribiste?

La vida de Juana (2010) es una historia ficticia sobre una adolescente que comienza la búsqueda de sus primeros empleos y tiene poca experiencia en el mundo laboral.

¿Cómo promocionas tus obras?

Hoy se usa visibilizar todo por Instagram, Facebook, pero me gusta acudir a las radios locales y eventos culturales, blogs, diarios y revistas.

¿Qué género escribes?

A veces poesía, a veces novela, narrativa, depende, a veces es por encargo y a veces el estado de ánimo puede hacer que no pueda escribir absolutamente nada por algún tiempo.

¿Cuántas obras tienes publicadas?

La vida de Juana (2010) Cuentos urbanos (2012), Alma desnuda (2012), Limbo (2012), Esto no es fin del mundo, pero es un caso(2012), Sofocados(2014), Marysol (2016) Aguas calmas(2022)

¿Cuál es su sitio o momento preferido para escribir?

Siempre es un buen momento para sentarse a escribir, si estamos solos y no hay distracciones e interrupciones mejor. Es como leer, estás leyendo la mejor parte y te quieren decir algo, o estás viendo la tele y te cortan la película. Cuando uno empieza a escribir y por distracción se te puede escapar la idea. Cualquier lugar donde pueda acomodar mi notebook y haya una buena luz. Muchas veces surgen frases, ideas, oraciones cuando te desvelas o en momentos inoportunos, está bueno llevar un anotador en la cartera o mandarte un mail a vos mismo para no perder ese texto.

¿Algún consejo a los nuevos escritores?

Para los que nunca se han animado: en un archivo nuevo, piensen en una situación y comiencen a teclear, la historia va a salir, sola. Porque no narrar qué sucede en la sala de espera de un consultorio médico, porque no narrar qué sucede en un trasporte público, una plaza, la cola de un banco, un kiosco la fila del súper. Solo hay que agudizar el oído, abrir bien grande los ojos y observar todo tipo de acontecimientos. Guardar el texto con fecha y nombre, dejarlo reposar, esto significa que a los dos meses tenes que leerlo, corregirlo, y continuarlo.

ENTREVISTISTA A SANDRA ÁVILA POR GABRIEL ARRIETA

 

 Para el boletín de Villa Strada y Santa Mónica. Abril 2023/N° 40/Gráfica Strada de Popi Rojo

¿Cuáles son tus principales influencias literías? ¿Qué autores o libros han sido particularmente importantes para ti y por qué?

Los cuentos para niños siempre me aburrieron, los detestaba. A comienzos de mi adolescencia comencé a leer poesía, con Graciela Chaile, mi compañera de banco, saliamos de la escuela secundaria y nos íbamos a la biblioteca del Pablo A. Pizzurno (Isidro Casanova) hacer tarea y entre medio leíamos Storni, Bécquer, Neruda y cualquier libro de poesía que llamará nuestra atención. Leíamos nos vertíamos, estudiábamos, pero sobre todo suspirábamos de amor con esos versos que olían a humedad y tierra. A los 14 años, por medio de otra amiga conocí Prilutzky Farny y me encantaron sus poesías. Y a medida que uno va cumpliendo años van llegando libros a tu vida o uno va buscando distintas voces.

¿Cómo describirías tu proceso de escritura, ¿Tienes alguna rutina o ritual especifico que te ayude a concentrarte y ser más productivo/a?

Mi primera aliada es la soledad, o una habitación donde nadie venga a interrumpirme con nada. un rico té o un matecocido, un chocolate que endulce mis papilas en invierno, música de fondo pero bajita.

¿Vos decís alguna macumba? Esas prácticas no me gustan.  No tengo horarios fijos para sentarme a escribir como me gustaría, solo lo hago cuando dispongo de tiempo. La primera tarea es volcar en un archivo todo lo bruto, la primera idea general, después habrá tiempo de releer, cortar, borrar, reescribir, hay que guardar bien el archivo y dejarlo reposar como se dice, pero considero que cuando uno se sienta a escribir la idea general ya estuvo masticada con anterioridad en la cabeza. Después sentarse cada vez y multiplicar las palabras hasta que te das cuenta que ya está, que la historia llego a su fin.

¿Qué te motiva a escribir ¿Hay algún tema o género que te interese específicamente y por qué?

Me gusta escribir poesía y narrativa, sobre la problemática social me gusta, me atrae porque son interesantes e infinitas, la cosa no es qué se cuenta sino cómo.

 

¿Cómo te identificas con tus personajes? ¿Hay alguna parte de ti mismo/a en ellos o son completamente ficticios?

Mis personajes son un poco locos, un poco santos y un poco ilusos. Algunos son ficticios con rasgos sacados de personas que conocí y veo a diario. Me fascina la idea de mesclar realidad y ficción a tal punto que el lector quede confundido y que no pueda distinguir el real del otro.

¿Cómo te gusta que tus lectores perciban tus obras? ¿Qué mensaje o idea esperas transmitir a través de ellas?

Cada quien interpretará mis textos a su antojo y eso está bien. Soy enamoradiza, dramática, sensible y melancólica. La mayoría de las veces pretendo que el lector pueda distraerse del tragueteó duro de la vida, que se divierta, se sorprenda, se ría a carcajadas y otras veces qué llore, ¿Por qué no?

 Si lo que uno escribe no enamora o enfurece al otro, entonces no sirve. Hay textos que son para impresionarse, parar, reflexionar e implementar políticas sociales para que las cosas cambien. Y, sino que todo siga como va.