Se casó mi amiga de toda la vida, esa amiga que la tuve desde la infancia y con la que compartí miles de anécdotas de risa y miles de cosas.
Cumplió
el sueño que la mayoría de las chicas tienen. Tenía un vestido color crema que
le quedaba dibujado y ella estaba feliz. Se casó mi amiga y viaje a verla. Una fiesta súper fiesta. Comimos, bailamos
y tomaron porque yo no tome. Los Fernet pasaban por alado mío cada cinco
minutos, pero es algún yuyo del Fernet que me cae mal al hígado que me cae mal
al igual que el aceto balsámico para la ensalada. y hace un efecto en mi
estomago tipo bomba. Me aloje en un hotel el único hotel del pueblo. Con los demás invitados
también éramos todos vecinos temporales. Un pasillo oscuro y un piso encerado
me llevo hasta la habitación nro. 17. Volví de la fiesta alrededor de las seis
de la mañana, lo único que deseaba era llegar y sacarme la faja que partía el
cuerpo en dos; entre el cansancio y la emoción me acosté asmática, estaba demasiado
cansada como para levantarme a buscarlos los puffs de mi cartela que había dejado
en la otra punta de la habitación.Me acosté, enseguida me desplome. A las ocho
menos cuarto desperté pensando que me había quedado dormida. Debía abandonar el
hotel a las diez. Me dormí otro ratito más. Desperté y eran las ocho y treinta,
me volví a dormí por quince minutos más. A las nueve me estaba duchando para
luego bajar a desayunar. Los hoteles tienen esos sabores únicos de café con leche a medida justa, es una proporción
exacta de café de colador y otro tanto de leche. Me latían los pies, tenía tres
corazones uno donde siempre, y otro en cada pie, la falta de costumbre debe ser
y los pies de empanadas. Al mediodía nos volvimos a juntar para comer algo
todos juntos.
Cuando
nos despedimos nos dimos un abrazo y un te quiero.
Escribime
un mensaje cuando llegues, me dijo. Y a las 21hs estaba llegando a mi casa
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe un comentario,gracias!