Un par de tiras
de organza roja me sirvieron para hacer unos cuantos moños y completar el arbolito
de este año. Cada año hay que agregar algunos nuevos ya que muchos se rompen. La
colita de ratón dorada sirvió para completar el adorno, en cuanto agregue las
luces y las enchufe: el pino cobro vida. Una foto en IG completo el espíritu navideño.
Muchos le escapan a la navidad y todo el festejo en relación a esta fecha. Muchos solo quieren la ensalada de frutas, sidra y turrón, lo demás no les interesa.
Cuando empezó la
pandemia nadie se hubiese imaginado que las fiestas la íbamos a pasar
encerrados, con casi nada de amistades y familiares.
Yo pensé que al
estar encerrados el tiempo se iba a transitar lento, pero lo cierto es que el año se me
paso volando. Hice todo el año de maestra para ayudar a mi nena a cumplir con sus
tareas. No tengo problema con ayudarla, claro que no, es mi deber como madre
ayudar en sus tareas escolares. El tema es que uno es madre, no maestra, no
tenemos la pedagogía de un docente. A la piba la torture con la tarea sábados,
domingos y feriados, y hoy no me arrepiento. Sino tendría que seguir sus clases
hasta febrero o marzo.
Alterne mi cursada
de la facultad con otras cosas, por ejemplo, estudiar para los finales que están
a punto de vencer…pegue en el palo. Llegue justo. Año caótico, agitado, y
productivo.
Estoy feliz,
adelante mucho. A los 30 finales aprobados me recibo de técnica. ¿Quién lo hubiese
creído?, si mi madre estuviese viva tampoco lo hubiese creído, de lo que
si estuvo segura siempre es de que soy una persona ambiciosa y lo dijo la
ultimo vez que la vi. Cualidad que ella siempre recalco como un defecto.