Todos se dirigieron al palacete de Gastón a las 20.00 horas como cada sábado. Todos los autos estacionados en la puerta. Martín fue invitado por que era amigo de un amigo de otro amigo .Todos solteros con una vida simple, tradicional y sobre todo la ventaja que tiene un soltero la libertad de vivir como quiere sin necesidad de dar explicaciones, ni horarios. Cada uno de ellos era por fortuna libre del aire que entraba a sus pulmones, puro ni tan puro. Libre hasta de su propio pensamiento. Libres sí libres. Sin enlaces, ni uniones.
Otra amiga en común llevó a su amiga para que se conocieran. El nuevo soltero y más codiciado. .
El repartidor de las pizzas llegó en moto con el encargo, tomaron cerveza, comieron proporcionado.
Al finalizar la cena las mujeres se quedaron ordenando la cocina, no había muchos platos para lavar ya que la pizza por lo general se come con la mano. Porque así es más apetitosa. Después todos marcharon hacia el living a escuchar música en las placenteras butacas , como de costumbre la multitud se separo lógicamente para iniciar temas de conversacione en grupo hablaban de la vida después de la muerte, el tema daba para mucho. En otro hablaban de sexo. En otro grupo los varones compartían experiencia de los recitales de los que habían asistido durante los últimos años. Los temas eran variados, Martín acotada en cada grupo le parecía difícil quedarse en uno solo. Pero cuando saboreo la última gota de su chop fue hasta la heladera a sacar un par más para los amigos y Mariana estaba con ganas de tomar algo de soda fue ahí que cruzaron miradas.
Martín y Mariana sirvieron sus vasos y se quedaron hablando ahí, estaban solos se escuchaba el murmullos de los otros en el living .Hablaron de cosas sin importancia, se rieron, se miraron, se apreciaron perfectamente. Cuando Carla entró los notó bastante cerca y se fue...
Minutos más tarde ellos seguían hablando como si se conocieran de toda la vida o tal vez de una vida anterior. El intento hablarle al oído, ella permaneció atenta, se le erizaron los pelos de cada superficie de su cuerpo. El se había excitado por la conversación apacible, deseaba besarla .Ella llevaba una pollera hasta la rodilla, zapatos muy altos, su cabello negro estaba suelto y mojado, su piel desprendía un perfume dulce ,parecido a su sonrisa.
Los demás se dieron cuenta, pero los dejaron solos ambos habían flechado de una manera fervorosa, cuando él la invito a ella a un lugar donde el diálogo pudiera ser tal vez más íntimo.
Al llegar al hotel siguieron apasionados él acaricio sus largas piernas, la beso por cada rincón de su tronco y en momento de concretar ella se detuvo ,salió de la cama y se sentó en el sofá, encendió un cigarrillo, sirvió whisky con tres hielos en un vaso. Tomó el teléfono celular de su cartera y llamo a que la vinieran a buscar.
-¡hola Laura! estoy en el bar de siempre tomando un café con una amiga, me venís a buscar?...¡te espero en la esquina!.
Ella tomo su pollera, su blusa y salió. El se quedó con el perfume dulce impregnado en su piel y el sabor inofensivo de su sonrisa en el paladar.
Fotos de Nelonelitonelon
Increible...
ResponderEliminarme ha encantado, fascinado, disfrutado, no por casualidad...
Algo así habrá pasado en mi vida, y es un recuerdo maravilloso, que es compartido por los dos, que siempre hablamos de la suerte de aquella cena y del postre tan deseado que tuvimos despues de once años desearlo...
Gracias Carmeloti,un encuentro fructuoso que no fue...
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