Fulana es el nombre que pensé ponerte a este personaje, bien podría llamarse :Dora, Renata, Rosa, Denis, que va no importa, lo que importa es lo que les voy a contar a continuación.
Esto sucedió, o pudo haber sucedido hace un mes, un año, dos años. Tampoco importa. Los hechos de esta trama ocurrieron en un pequeño barrio de una enorme cuidad, ¿Cuál cuidad?, mi amigo lector Ud. se preguntará, pues ¡no interesa!
El masculino de esta historia se lo nombrará como :Oscar, también pensé en apodarlo, Jorge, Ramón, Juan ;¡tampoco importa!
La fulana, dejó el último año de la carrera de arquitectura cuando se enteró que estaba esperando un hijo.
Durante el matrimonio su esposo Oscar le dio cuatro hijos más .Ella se dedico a criar hijos y a cuidar su amado esposo, fanática de la prolijidad, la puntualidad, estricta represaría con sus hijos quien los tenía zumbando bajo sus ordenes.
Oscar en cambio era un buen tipo, trabajador, sumiso, aceptaba que ella fuera quien maneja la casa. A él le gustaba juntarse con sus amigotes a tomar unas copas en club de bochas, o ir de pesca, o jugar un partidito de fútbol de manera amistosa.
Esta era una familia perfecta, pero como lo perfecto no existe, quizás en esta historia, y lo bueno dura poco. ..
Esta relación comenzó a dividirse y a deformarse. Lo que por tantos años se considero un matrimonio estable dejó de serlo. Cuando los niños se hicieron grandes y se mudaron para ir a la universidad. La Fulana se canso de criar hijos y sin darse cuenta, había pasado más de veinte años teniendo la casita perfecta .Ella añoraba disfrutar de su casa, más de la vida y su matrimonio .Cuando su último hijo viajará para estudiar. Ella decía: “Ahí me tomare un descanso y respirare hondo”. Pero nada de lo que ella soñaba sucedió...
El caso es que la Fulana empezó a organizar de su tiempo, así que siguiendo los buenos consejos de una amiga se anoto los días miércoles en un curso de crochet, y aprendió a tejer cosa que jamás hubiese imaginado. Por que de niña, en la escuela de hermanas en la que asistía aprendió las variantes, pero siendo grande nunca más volvió agarrar una aguja, ya que su madre tejía de una manera envidiable y todo lo que ella le pedía se lo tejía. Sus clases duraban dos horas semanales, estaba entusiasmada, ese invierno tejió chalecos, bufandas tricolores, gorros para las amigas de sus hijas y hasta soquetes para su friolenta amiga Margarita.
Oscar estaba contento con que ella empezara a socializar más con la gente y saliera de ese encierro en el que siempre había estado ,dedicada enteramente a la familia.
Ahora había tiempo para ir a la peluquería y experimentar un nuevo corte de pelo. Invitar amigas a tomar el té a las cinco de la tarde. Margarita le sugirió que se inscribiera en pintura rusa, ya que las dos clases pasadas en realidad no se las había perdido, por que la profesora había faltado por falta de vehículo.
Así que la Fulana los martes tenia ocupado, también se animo a cursar cestería para aprender la técnica. En cuestión de poco tiempo ella se la pasaba ocupadisíma con sus labores .Y Oscar aprovechaba los feriados para hacer lo que más le gustaba .Lo que más le gustaba era mirar el partido de Boca -River en el sillón del living con sus amigos mientras tomaban cerveza negra, y la famosa picadita .
Y ahí les cuento lo que ustedes realmente querían saber...
Un día de partido y competencia de bochas, Oscar se fue al club, la Fulana sabia. Lo que no sabia es que vendría de visita un primo del norte a visitarlo así que Margarita que justamente estaba con ella cuando Miguel toco el timbre, se quedó con él y su esposa ,y la Fulana salió en el auto a buscarlo, ella lo llamo al teléfono celular pero resulto ser que él lo había dejado cargando la batería en la cocina.
Al llegar al club pregunto por el hombre, uno de los jugadores le dijo, que estaba en la otra sala, ella se dirigió hasta allí. Lo busco en el baño y su marido se encontraba con los pantalones bajos hasta los pies, en una posición sospechosa con Carlos, su compadre.
Obras de arte.Sergio Santini /Artista Plástico (Arg.)
Es interesante como planteas las historias humanas, pero muy humanas que cuando imaginamos algo asi nos cuesta ver esa descripcion de la realidad en forma de cuento y tu lo haces naturalmente. ¡¡Muchas felicitaciones!! Te lo digo en suma con el cuento de Juana! Seguí así que ya estas consiguiendo tener tu propio estilo.
ResponderEliminar¡Me gusto muchisimo! ¡Besos!
MUCHITA
Muy bueno! me llevaste, hacia otro lado con el relato!
ResponderEliminarNo espera ese final, al igual que la fulana.
Te felicito Sandra, BUENISIMO!!!!!!
Gracias Muchita y Arte Fox
ResponderEliminarSon historias muy detalladas que facilita al lector involucrarse y/o despierta la curiosidad por seguir la trama hasta el final. Me halaga saber que se deleitan de mi modo de expresión .un saludo.
Ohhhhhhhhhhhhhhhhhhh queee final!!!!!!!!
ResponderEliminarNO ME LO ESPERABA!!
Ta falta la parte en que la Fulana se convierte en asesina serial ajajajjajajaj!!!!
Muy bueno Sandra :)
Sí lo pense"la Fulana va hasta la guantera ,toma el revolver y proyecta dos disparos:uno al marido y otro al compadre",pero después pense es muy agresivo...
ResponderEliminargracias Pato
HOLA, POR FIN LEO LO QUE ESCRIBES Y DEBO DECIR CON LO POCO QUE HE RECORRIDO CON LOS OJOS, QUE ME ENCANTA, ME GUSTA MUCHO TU ESTILO, ASI ES QUE SEGUIRE LEYENDO,
ResponderEliminarFELICITACIONES
ABRAZO
Luisa,te invito a que sigas explorando mi blog que encontraras mas lecturas de todos modos quedate atenta que lo estoy actualizando seguido con relatos atipicos por que que a Ud.LES GUSTA.Un saludo.Gracias por tu interés.
ResponderEliminarSandra, un final inesperado. La descripción de la cotidianeidad, de la rutina, es algo que he leído en algunos de tus textos. En este caso, sirve para jugar con la historia y llevar el final por otro lado.
ResponderEliminarUn saludo desde México.
Muy bueno, que momento el del final.
ResponderEliminarAbrazos totales.